Por el gordo Porcel
El fulbo es para los pícaros. Y en La Coruña hay varios. En el buen sentido.
Este era uno de los partidos difíciles en teoría, porque era el campeón del apertura. Pero en la práctica fue finalmente un partido que no podríamos haber perdido nunca si hubiésemos hecho las cosas más o menos bien.
Pero allí estaba La Coruña, sin mucho que hacer en este torneo por tener ganado el ascenso, bien empilchado, con gomina, esperando las vacaciones en Mar del Plata y relojeando que pasaba.
Con viento a favor, azzurri le metió una encerrona y ellos hicieron dos cosas bien: avisar que tenían ambiciones metiendo un mano a mano luego de un error defensivo que pegó en el palo, y hacer tiempo cuando la pelota se iba lejos, manejando su primer tiempo con viento desfavorable.
Azzurri no pudo aprovechar su momento en los primeros 45 porque abusó del pelotazo.
En el segundo tiempo, La Coruña desaprovechó otro regalo luego de una habilitación defensiva y el mano a mano no prosperó en la red. Hasta que la tercera fue la vencida: algunos problemas para sacar la pelota del área hasta que finalmente le cayó a un mediocampista que de primera la metió por arriba de nuestro arquero que volvía a su posición. Toda la jerarquía en esa definición.
El medio juego azzurro no tuvo buen acople aunque se intentó jugar y adelante no hubo forma de patear a una valla sin arquero, ni aprovechar los tiros libres.
Asi La Coruña tuvo su envión anímico con un impecable triunfo, siendo cautos y esperando la oportunidad.
Para aprender.
Asi formó: Andres; Pablo, Loza, TAvo, Agustin; Gringo, pipa, iazzetta , mogliani; Polo y Facundo.
Tambien estuvieron: cingolani, ezequiel, sopa, gerardo, garavelli
