Por el poeta Alan Schlenker
Basta con tener imaginación, una idea. Así Azzurri nació alguna vez, de una idea, por cierto, bastante agarrada de los pelos, cuando el barco ya había chocado contra el iceberg, y con algunos personajes bastante tenaces, de los que no abundan. Aquí los hubo y los hay.
Y así habrá nacido Osasuna en el 97. En la trafic del Ingeniero Bufarini buscando, uno por uno a sus jugadores, y luego, germinando dos divisiones en el caldo de la amistad y de los proyectos.
Aquí tienen su premio los que sueñan y le dan para adelante.Y Osasuna fue Campeón.
Y en la tarde de hoy, volvía el Don Silvio Tulio Zof del rojo e incitaba a la violencia con una frase desfortunada a manera de apostilla frente al presidente de Holanda, que fue testigo: "técnico que debuta, gana".
No pudo ser esta vez, porque hay excepciones a la regla. La excepción fue que hicimos el gol que menos merecimos, aquel en el que Cingolani, entrando de nueve, con velocidad le punteó la pelota a un defensor y a un arquero que iban a su encuetro y empujaba la bocha con el arco vacío mientras ambos se chocaban.
Antes, la intrépida Tota Valenti había probado al arquero rival en un par de oportunidades y en el segundo tiempo Guille pecó de pensar demasiado y en el mano a mano la tiró por arriba.
Agustín tuvo la suya, en una gran pared con el gringo que le echó un centro a la carrera. Allí fue la bocha al aire, para un tipo que juega bien donde lo pongan(de tres en esta parte del partido) , siempre con criterio, inteligencia y con su rusticidad brillantemente maquillada.
Y en lo personal. Quería un nueve suplente. Porque se vive de resultados.
Chelo y Polo de viaje. Garavelli en el Fútbol para todos. Scacheri ciego.
Parte del grupo quizo que se mantuvieran las reglas, aquellas que el mismo grupo creó y que hasta acá nos trajeron. Y a pesar de dar ventajas, de perder piernas y permitir que el desanimado rival nos fuera metiendo adentro faltando 20 minutos, de arriesgar más de la cuenta, se triunfó. En Azzurri, solo nos divertimos cuando ganamos. Y solo por eso, nos peleamos.
Y gracias a la discusión, tuvimos la chance de hacer lo que el pibe siempre soñó. Masuelli volvió a Maristas disfrazado de nueve. El zaguero campeón, entonces, envalentonado jugó arriba e hizo más foules que Vitta en un picado, pero se las ingenió para moverse bien.
A las seis de la tarde, con la imagen del tavo metiendo una diagonal, cayó el sol, sonó el silbato y se terminó este espléndido día de sol de invierno, triste para los amigos de Alcara porque un compañero partió, triste para AFAR.
La cancha dos fue silencio,
Stampa.
Azzurri, se adaptó.
Así formó: Mono, Gera, Sarmon, Agustin, Panche (Pessi), Tincho (Eze), Iazzetta, Valenti, Gigli, Cingolani y Gringo (Masuelli)
Kip. Herscovich. Giglis, Gringa y Gringuita.
