LA MARCHA AZZURRA

sábado, 28 de mayo de 2011

VALENTI CAFÉ VELOZ

AZZURRI 3 - REGATAS 2

- Muchachos, pueden tomar lo que quieran, no habrá controles. - dijo alguien del fútbol para todos ...por ahí... al pasar, y no dijo nada más.
En la concentración azzurra todos se miraron extrañados, salvo el Tavo, zaguero de mirada fija, que estaba pensando en otra cosa... en cómo sería hacer un gol en contra al minuto de juego. Y lo cumplió.


Valenti el viernes mezcló algunas cosas raras y lo peor fue que usó play station. Se duchó por la mañana del sábado, fue a trabajar, emitió un listado furioso de corte de servicio a mil abonados del cable, se puso los botines en el box y se subió al auto de Cingo que traía de todo menos nafta, el termo de café veloz no podía fallar. Así llegaron los goles de la tarde: bajaron del coche cambiaditos y se metieron en la cancha seis justo al sonar del silbato del introvertido pero maligno Ferreira, que ya nos había vacunado contra Amenabar, y que en éste, sumó 6 minutos de descuento a su legajo... para seguir vacunándonos una fecha más o para que lleguemos tarde a ver la final de la Champions League.

Arrancamos uno a cero abajo al minuto de juego (aquí no haremos comentarios para no dañar la autoestima de algún jugador que se lo hizo en contra, tampoco mencionaremos su identidad por respeto a su familia que sufre los embates de la prensa).

Después de semajante comienzo y de trastabillar diez minutos, nos pusimos a ganar dos a uno con huevo y fútbol: Valenti en magnífica jugada y definición al ángulo y Guille tras pase de Valenti Café Veloz con definición mano a mano. Golazos.

Más luego hubo chances para definirlo, tres jugadas claritas para convertir, pero no se logró. En una, Polo con el bastón no pudo darle dirección a la pelota que picaba endemoniada.

2 a 1 el primer tiempo. Resultado corto pero justo.

En el complemento, faltando diez, Regatas empató de pelota parada. 2 a 2 y a remarla otra vez. Fue un centro, un horrendo gesto técnico, golpe de joroba y la pelota entró al arco haciendo un globito. Virgos otra vez.

Azzurri coleccionista de goles pelotudos.

Pero era hora de terminar esta racha de boludismo atroz. Se terminó. Ya está, se cortó.

Porque ... ¿Cuántos goles tenemos que hacer para ganar un puto partido?

Valenti tomó la pelota en el borde del área grande rival, empujó a sus dos compañeros que lo estorbaban, se llevó la pelota pasando a un par de jugadores de Regatas y le definió cruzado al arquero. Un gol de esos que dan ganas de abrazar al árbitro, para gritarlo y meterle dos líneas de 5 a Regatas. Como el que le hizo al Paso o a Alcara, aunque esta vez valió 20 puntos morales.



A comerla.

Un buen partido azzurro en ataque. Se tocó la pelota, se llegó con gente y los delanteros estuvieron muy bien. Puntos altos en Agustín, Alexis, Chelo y Franco.

¿Qué más se le puede pedir a este café?

A altas horas de la madrugada, me atreví a mirar la tabla para comprobar que éramos los últimos. Lo sospechaba. Miré arriba, y el puntero era este Regatas.
Buen triunfo entonces, a dormir.

Así formó: Mono Trini; Gerardo, Vitta, Masuelli (Pessina) y Pancheri (Sarmoria); Chelo, Iazzetta, Valenti (Herscovich) y Gigli; Cingolani y Capón (Tincho). El negro, no quiso entrar.
Andrés, Pipa y los Giglis.