LA MARCHA AZZURRA

sábado, 20 de marzo de 2010

TARDE DE BAUTISMOS


AZZURRI 4 - LA SEXTA O


Por Juan Bautista

Oh, Iazzetta... ¿quién te despertó a media madrugada y te iluminó para este partido? Quizás te levantaste al baño, y fuiste ahí, a donde habitan las olorosas zapatillas de entrenamiento, en la madrugada del jueves y anotaste en el cuadernito que dice Azzurri F.C. una formación inicial que no estaba en los planes... de nadie. Quizás porque había más dudas que certezas, muchas variantes para algunos puestos y muchos azulitos, casi veintinueve y poco fútbol de prueba. Quizás porque has imaginado que el Niño Gigli, invitado de la rama de los cuñados, esta vez de Gerardo, tendría una dinámica bárbara para el carril izquierdo y faltándonos el chelo por suspensión, ¿qué mejor que sacarlo de la cueva del seis, dónde también juega muy bien? Pero había que pensar en un esquema con tres defensores, cinco volantes y dos delanteros. Y así lo hizo. Y salió todo perfecto y nosotros quedamos sorprendidos por el desempeño de algunos compañeros.

A fin de año pasado, la retirada de nuestro Prócer dejaba muchas dudas para cubrir el fondo, Loza, compañero de la vida y del azzurri, dejaba un vacío en Afar, en el Clío y en el parque, para irse a Paris o a Suiza como un grande con su familia a cuesta y con el Fútbol para todos, haciendo fuerza para que el river plate no sufra lo que sufren los canallas.

Y llegó Juan Pablo con estampa de revolearla a la mierda si fuese necesario y también, muchos jugadores que tienen mucho para dar. Con cartas bajo la manga iniciamos el año y 13.30 del 20 de marzo de 2010, la familia Azzurra, como diría Iazzetta, estaba reunida en el predio, para empezar a palpitar la incógnita generada por el nuevo equipo y por nuestras propias dudas. Al costado todos los Giglis alentando al carrilero y al espartano, convirtiéndose éstos en hinchas honoríficos del Azzurri por ser los primeros.

El rival, La Sexta, traía un traje nuevo, impecable y sufrió lo que nosotros ya pasamos : enfrentarse a un equipo armado, con experiencia en la liga y competitivo en cada disputa. Con muchachos de buen pie quedaron partidos y no pudieron golpear. Tuvieron un grito ahogado en el principio de los tiempos y se fue por arriba del travesaño el balón, en busca del Señor, Todopoderoso.

Como enseñó el Profe Cirelli alguna vez, hay un mandamiento en el fútbol, lejos de ser Moises, es un sabio, y dijo o nos preguntaba “cuando un equipo está acabado, ¿Para qué seguir haciendo leña?”.

Hoy muchos equipos debutaron y se encontraron con ese vicio humano que es el de humillar al rival.

Pero la alegría duró ochenta minutos y más. De la mano del lobito marzullo ganó el Azul, hoy carrilero por derecha, de excelente juego, toque y a buscarla y se llevó dos goles para sus casi cincuenta en el equipo.

En la navidad del 2008, cuando conocí a Guille, me dijo que venía a jugar al equipo pero me aclaró que no iba a hacer muchas chilenas por su hernia de disco... y esperé más de un año para contarlo. Fue entonces hoy que a Guille Cingolani le soplaba en la cara la brisa de ganador, sin despeinarse y para la tribuna, plasmó en el campo lo que dice con palabras, así metió dos goles, caños, habilitaciones y un gol de chilena como a él le gusta, descuidando su hernia de disco.

Y en el ir y venir del encuentro, se fue el tiempo, cruzaron un par de aviones el aire y nos saludaron por las ventanitas sus pasajeros, contentos de haber tenido un buen despegue. Nosotros nos aplaudimos porque lo merecíamos y nos fuimos felices a comer perdices.

Así formó:

Andrés Vitta.

Tavo – Juan Pablo – Agustín

Lobo – Iazzetta – Kopp – Valenti - Alexis

Polo – Guille

Ingresaron: Gringo, Sopa, Gera, Chicho (amarilla), Pablito, Solari y Germán.

Acompañaron: Ale, Stone, Gorrín, Chelo, Landrein y los Gigli.